Someras Palabras del Diario Vivir, Saboreando Cada Instante de Nuestro Pasado y Deleitándonos Con el Presente.

viernes, 12 de febrero de 2010

COMO AGUA QUE RECORRE EN EL RIO


Abrimos nuestros ojos aquel día, nos dimos cuenta lo que era vida, gritamos por el sufrimiento de nuestro antepasados, dejamos atrás nuestro verdadero hogar y luego nos queda por primera vez alimentar nuestro cuerpo, pasan los años…
Y fue aquella mañana que despertamos a todos en la casa siendo aun la 2 de la mañana, pero siempre estaban ahí, llorábamos hasta la el cansancio, no nos importaba qué tanto, solo queríamos aquello, que si leche, ropa o consuelo, y otro año llegaba…
Ligeramente nos olvidamos de los gritos y las lágrimas para sustituirlos con las palabras, los llamamos por sus sustantivos por primera vez, la alegría que tenían no se les podía comprender, pero más que eso veían en nosotros esa esperanza de que la vida continúa y cambia, el tiempo transcurre…
Ahora como si fuéramos grandes expertos de la vida nos paramos y caminamos por primera vez, sin importarnos que tantas veces pudiéramos caer, éramos sinónimo de perseverancia, caída tras caída, y entonces nos poníamos de pie y de vez en cuando se mezclaba el suceso con gritos por los golpes de las caídas, pero solo a veces, solo a veces, corría la temporada…
Ahora íbamos a aquel lugar en donde inexplicablemente teníamos todos las misma edad, teníamos el miedo de experimentar, no sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar, entonces era ese día que sin explicación volvíamos a los viejos hábitos de llorar, no queríamos a ellos abandonar, ellos por otro lado pretendían no dolerles el hecho de dejarnos, pero es que por más que trataban, se daban cuenta de que en aquel lugar nos tenían que dejar con el fin de adquirir conocimientos emprender ese vuelo y conocer el exterior, pasaba el lapso…
Y entonces, crecimos un poco más, los problemas habrían de llegar, que si esto y aquello, no nos entendíamos ya, no se encontraba forma de compartir mutuamente, y que nos paso?, ya no nos soportábamos, ya aquellos momentos amenos se fueron convirtiendo en algo nefasto e indeseable, nos creíamos dueños de nuestra vida, dueños del mundo, fuimos separándonos un poco más, entre viajes y conferencias, se concreto eso que temíamos, esa separación, la estación transcurre…
Paso así el tiempo, las oportunidades de hablar, la vida ha de continuar, los años han de transcurrir, el momento se ha de añejar, volverse cada día un poco más viejos, un poco mas obtusos, extraños, diferentes, marcados por el medio, el miedo, la avaricia, el éxito, la mentira, la venganza, la soberbia, la perseverancia, lo bueno , lo malo, lo feo, lo bello, lo innombrable y lo apropiado, así pasaba la vida, así terminaba todo, así como si no tuviera fin, así como agua que recorre el rio.
“No es la edad la que nos dice como debemos ser, son las vivencias y nuestros valores las que nos enseñan ligeramente en lo que realmente pretendemos convertirnos”
Mildred Clementine Samboy Hernández._

No hay comentarios:

Publicar un comentario